Tiempos trepidantes

La vida cambia a pasos de gigante. Hace 12/15 ańos todavía los nińos vivían de otra forma. Y no digamos hace 3 o 4 décadas....

Hoy todo ha cambiado mucho y las maestras lo vemos en nuestras aulas. En infantil hay nińos que tienen discursos sobre temas que ni por asomo han podido experimentar. Ni siquiera tienen la dimensión del tiempo integrada y te pueden hablar "de como en la antigüedad construían las pirámides" , o " de como los meteoritos impactan en la tierra"...pero estos pensamientos, no son suyos ni aún pueden integrarlos como suyos.

También encontramos nińos de 4, 5, 6 ańos que tras su jornada escolar, todavía tienen inglés o piano, ballet o alguna otra cosa .

A veces llegan a casa y el tiempo de " estar en casa" se reduce a media hora porque hay que ducharse , cenar y preparase para el día siguiente. Entonces ¿dónde está ese momento tranquilo para que el nińo respire el día, lo integre dentro de si y pueda colocar todas las experiencias vividas? ¿Donde está el momento para interiorizar y estar conmigo mismo? ¿Qué pasa con su movimiento libre, sus emociones, incluso su aburrimiento? La infancia necesita su tiempo para poder desarrollarse. ¿Por qué creemos que hay tanto déficit de atención? ¿Dificultades para aprender? ¿Nińos con ansiedad?

Si el ritmo del día a día de los nińos fuese más tranquilo, lo más seguro que determinados problemas de los antes mencionados desaparecerían. Nińos sin tanta presión, con más tiempo para poder colocarse en su cuerpo, para pensar , y procesar vivencias. Cuando un nińo tiene lo que necesita en su infancia , que es tiempo para crecer y límites sanos donde enmarcarse, no se sentirá tan sobreexpuesto al exterior. Y en los momentos de cambio , en la pubertad, cuando dude , al menos podrá mirar dentro de si y tener asideros donde agarrarse.